viernes, 21 de diciembre de 2012

TOMAS GUTIERREZ (1872)

Militar y político. Ascendido a la clase de sargento mayor de infantería (1854), viajo al Sur para plegarse a la revolución que el general Ramón Castilla había iniciado en Arequipa; y por su actuación en la Batalla de La Palma (1855) fue ascendido a teniente coronel. Apoyo la campaña que el mismo caudillo realizaba contra una nueva revolución encabezada en Arequipa por el general Manuel Ignacio de Vivanco; y en atención a su acción durante el asalto a la ciudad (1858) se le otorgo el ascenso a coronel. Reconocido ya como general (1865), asumió el mando de una división destinada a combatir la revolución acaudillada por el coronel Mariano Ignacio Prado; pero el derrocamiento del general Juan Antonio Pezet origino su prisi6n y la anulación de su alto grado que le había conferido (1865). Se alisto como simple soldado en el Batallón Deposito para contribuir a la defensa contra las amenazas de la Escuadra Española del Pacifico. Vencido el peligro, se traslado a Tarapacá y se unió a la postrera aventura revolucionaria del general Ramón Castilla, quien le ratificó su grado de general (1867) y lo nombró comandante general de sus unidades de cazadores. Asistió al viejo caudillo en sus últimos momentos y frustrada por su muerte fracasó aquella revolución; Tomas Gutiérrez paso a Lima, a los pocos días se adhirió en Arequipa, al movimiento efectuado a favor del vicepresidente Pedro Diez-Canseco, quien por tercera vez lo reconoció como general al organizar el comando de sus fuerzas. Gutiérrez acompaña al triunfante general Diez Canseco, y luego se traslada al Callao. Enviado a Chiclayo para pacificar al pueblo que allí propiciaba la exaltación del coronel José Balta, se abstuvo de apelar a la fuerza de las armas, y retorno a Lima para dar cuenta de la situación. Elegido este nuevo caudillo e instalado el Congreso, se declaró la nulidad de los ascensos otorgados por el presidente Juan Antonio Pezet (1865) y nuevamente quedó rebajado Tom5s Gutiérrez al grado de coronel. No obstante, prestó su decidida cooperación al régimen presidido por el coronel Jos6 Balta, y lo mismo hicieron sus hermanos, los coroneles Silvestre, Marcelino y Marceliano, colocados en los comandos de los batallones que resguardaban Lima. Nombrado ministro de Guerra en 1872 participó de una conspiración encaminada a desconocer la elección presidencial de Manuel Pardo e impedir su llegada al poder, pero al ser fallida se proclamó dictador el 22 de julio de 1872, siendo rechazado por el Congreso y el pueblo en general, quienes dieron muerte a su hermano Silvestre (26-7); se dice que en represalia Marceliano ordenó la muerte del prisionero presidente Balta, y al caer el mismo día, Marceliano y Tomas fueron victimados por la cólera popular. Los cadáveres de Silvestre y Tomas fueron primero colgados de un farol de la Plaza de Armas, luego en las torres de la Catedral y finalmente quemados en una hoguera el 27 de julio de 1872.

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